miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿A qué jugamos Carlo?

El Real Madrid necesitó una vez más tirar media parte para encontrarse en la tarde/noche de ayer en Turín. Algo que no es nuevo en la presente campaña, muchos han sido los escenarios donde hasta que "no le han visto las orejas al lobo" los de Ancelotti no se han puesto manos a la obra. Lo del Juventus Stadium solo fue un episodio más de la saga "¿A qué jugamos Carlo?".

Sin patrón de juego definido los de Ancelotti van dando tumbos por los campos de Europa, ya sea en competición doméstica o en Liga de Campeones, el resultado es el mismo. Aún no sabemos si es el Madrid es un equipo que busca dominar al contrario y jugar al toque, o por el contrario es el vertiginoso equipo de antaño, heredado de José Mourinho. Es significativo que el técnico italiano no tenga definido su once tipo tras más de dos meses de competición, habiendo sobrepasado ya un tercio de Liga y el ecuador de la fase de grupos.

 Frente a la Juventus apareció otro nuevo experimento, Sergio Ramos al lateral derecho. Me explico, no es que el de Camas no pueda jugar ahí, posición que conoce de sobra, sino que deja desguarnecido el centro de la defensa. Pepe y Varane, dos buenos centrales, se hacen inmensos con Ramos al lado, sin él se les ven las vergüenzas y más en partidos contra equipos de primer nivel. El experimento no funcionó en Dortmund, ni tampoco en el choque del Camp Nou esta temporada donde Sergio jugó de pivote.

Bale anotando el segundo gol del Madrid frente a la Juventus
Dejando a un lado la saga "¿A qué jugamos Carlo?", no se preocupen la retomaremos que este problema no acaba ayer, sino que se acentúa, nos centramos en el otro gran problema que sufre el Madrid a estas alturas de temporada, su endeblez defensiva. El Real Madrid ha sido incapaz de cerrar un partido, de tenerlo controlado en lo que llevamos de temporada, bueno miento, el partido frente al Málaga en el Santiago Bernabéu, hecho aislado que esperemos que se repita con más asiduidad.

No controlar los partidos implica que estos se conviertan en el "correcalles" que estamos acostumbrados. Muy entretenidos para el espectador, sí. Pero pésimos si se quiere aspirar a cotas mayores que al divertimento del populacho. Las estadísticas hablan por sí solas, 20 son los goles que ha encajado el Real Madrid incluyendo ambas competiciones, cifras demoledoras para un equipo que aspira a todo. Da igual que juegue Diego López o lo haga Iker Casillas, la historia se repite, paradas meritorias del portero y el equipo encaja con demasiada frecuencia. Ancelotti aún no ha dado con la tecla en su esquema defensivo. Como popularmente se diría "en defensa el Madrid es una madre"

A los de Chamartín le sacan las castañas del fuego partido tras partido sus hombres de ataque, en especial Cristiano Ronaldo, 21 goles a estas alturas de temporada, secundado por Gareth Bale y Benzema. Esto te puede valer para partidos en los que tu potencial sea infinitamente mayor que el del rival, pero cuando la competición avance, hablo de la Champions, solo con marcar muchos goles no vale, hay ser también poderosos atrás y por el momento, el Madrid no lo es.

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