Cura de humildad

El fútbol alemán le ha dado al fútbol español un correctivo díficil de olvidar, algo parecido ocurre cuando Rajoy visita a la canciller alemana Angela Merkel. Dos "bofetazas" en menos de 24 horas tan contundentes, como justas. Nuestra liga ha caído a la lona y el dirigente de la contienda ha comenzado a contar hasta diez. El boxeador que está en la lona no da síntomas de poder levantarse. 

Llevando esta situación a tiempos no muy lejanos, más concretamente al año pasado, el fútbol español se vuelve a llevar una cura de humildad en Europa. Se volvía a soñar con una final entre los dos grandes de nuestro fútbol, pero la historia se vuelve a repetir y salvo sorpresa mayúscula ambos quedarán apeados en la ronda que precede a la final. La Bundesliga ha vapuleado a nuestros grandes, igual que Alemania somete al resto de Europa al cuarto Reich alemán.

Müller festejando uno de sus goles frente al Barcelona

Hablando ya en términos futbolísticos, ambos partidos han tenido similitudes. En los dos la superioridad física de los equipos alemanes ha sido parte fundamental en la eliminatoria. Intensidad, garra, presión, axfisiante en algunos casos. Una presión ejercida sobre puntos muy concretos, sobre las "X" que dirigen el fútbol de Barcelona, Madrid y de la Selección. Xabi Alonso y Xavi Hernández se han visto incapaces de dirigir a los suyos ante los "perros de presa" alemanes. Schweinsteiger y Gündogan han sido los dueños y señores de la zona donde se decide la gran parte de los partidos, dónde empieza todo.

Cristiano alicaido, de fondo, el Borussia celebrando el cuarto gol

El fútbol colectivo se ha impuesto a las individualidades, tanto Messi como Cristiano Ronaldo han pasado desapercibidos. El portugués ha soñado en la madrugada de hoy con Piszczek, y el argentino soñó ayer con Dante. Al igual que han tenido a sus dos generales en el centro del campo, han tenido a sus dos estiletes, Robben y Reus, y a sus dos, "cazas alemanes" Müller y Lewandowski. Solo queda rezar y soñar con una de las remontadas que pasarían a la historia. Volviendo a términos pugilísticos el Barcelona está en la lona con los dos ojos cerrados y el Madrid igual de dañado, pero con un ojo abierto viendo un rayo de luz tras el fallo de Hummels. En la otra esquina, los púgiles alemanes esperando el fin de la cuenta. El próximo martes veremos si el que solo tiene un ojo abierto consigue abrir los dos.