El pasado miércoles se produjo un hecho más allá de los diez goles que se vieron en el estadio Santiago Bernabéu. Volvió a jugar el "jefe", por el que empieza todo, la brújula, el engranaje perfecto, el que cuando está casi pasa desapercibido, pero que cuando no está el vacío que deja es incapaz de llenar por otro. Creo que todos sabemos a quién me estoy refiriendo. Volvió Xabi Alonso.
Hay que cuidarlo, mimarlo y dosificarlo, para que vuelva como se fue, siendo el mejor en su posición. Una posición que fue un quebradero de cabeza para el Real Madrid hasta la llegada del "tolosarra". Algo que no ha cambiado en esta nueva temporada con la baja de Xabi, muchas han sido las parejas que ha probado Carlo Ancelotti sin dar con la tecla en su ausencia. Sí el Madrid quiere llegar a algo esta temporada debe ser bajo la batuta del mejor director de orquesta que ha tenido en la última década.
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| Xabi Alonso reapareció frente al Sevilla tras su lesión |
Llegó Illarramendi como relevo generacional para Xabi Alonso, gran fichaje, pero al de Mutriku hay que darle tiempo, y debe aprender del mejor y para ello debe estar a su lado. El "14" acaba contrato a final de temporada con 32 años, y como no podía ser de otra manera novias no le faltan, se habla de su vuelta a la Real Sociedad, a su casa. También de la petición de José Mourinho de sus servicios para el Chelsea. En referencia a estos rumores, Xabi se mantiene al margen, diciendo que "está donde quiere estar" y "que su relación con el club es muy buena". Craso error si el Madrid no lo renueva y deja escapar, no solo al mejor mediocentro que ha pasado en los últimos años por el Santiago Bernabéu, sino al mentor de Illarramendi.
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