jueves, 26 de septiembre de 2013

Muñiz la quimera de Sevilla y Elche

Muñiz se ha convertido en el personaje más famoso en el panorama futbolístico español en menos de dos semanas. Ayer protagonizó su último papel, perjudicando una vez más al equipo de menor envergadura. En el caso más reciente, hace apenas unas horas, el damnificado fue el Elche, un penalti inexistente con el tiempo añadido ya superado le costó el punto que tanto trabajo le había costado conseguir. Otro caso similar ocurrió no hace ni dos semanas al Sevilla en el Camp Nou, con el mismo protagonista en la dirección del encuentro.

Ni mucho menos quiero pensar que sea algo predeterminado por parte del estamento arbitral, sino que el nivel de los árbitros en nuestro país es deficiente y que cada año la decadencia va en aumento. Me pongo en la piel de Elche o Sevilla y me dan ganas de llorar, después del trabajo que cuesta tener "a tiro" a estos dos gigantes de nuestro fútbol que venga alguien ajeno a tí y tire por la borda todo lo "remado" durante los noventa minutos. Espero que el estamento arbitral tome cartas en el asunto y mande una larga temporada a este señor a la denominada "nevera". Se tendría que exigir la misma mano dura con los árbitros en sus errores, que la que se tiene con el resto de participantes en este deporte.

Los jugadores del Elche "se comen" a Muñiz tras señalar el penalti
Dejando a un lado la labor arbitral, me quiero centrar en la actuación del equipo de Ancelotti en el Martínez Valero, ya que hoy se hablará más de Muñiz que de lo ocurrido con el balón en movimiento. Se le volvió a atragantar un equipo que lo único que hizo fue estar ordenado, sin un timón que marcara los tiempos del partido, sin ideas, demasiado juego directo y en busca de las individualidades que llevan solventando los partidos el último lustro.

Los goles vienen de dos jugadas aisladas, dos balones parados, Diego volvió a salvar en la primera mitad y Cristiano sacó las castañas del fuego como de costumbre lejos del Santiago Bernabéu. La historia se repite, partido fuera de Chamartín, donde no hay espacios, donde el equipo no puede desplegar su letal contraataque y donde al Madrid se le apaga la bombilla. Como dijo Ancelotti "no necesitamos  pases para encontrar una solución, si podemos llegar con tres". Pero en ocasiones cuando te toca mandar, cuando tienes delante un equipo cerrado y cuando hay que buscar un resquicio para penetrar esa muralla de jugadores hacen falta más de tres.

En definitva, lo que estoy pidiendo es un plan b', sin que el Madrid pierda su seña de identidad de un equipo vertiginoso, letal a la contra, pero buscando soluciones ante equipos cerrados. Sin más dilación el sábado hay un derbi ante el equipo más en forma de nuestra liga, sí se juega como ayer, será imposible sacar el partido adelante. Lo dicho, caras nuevas pero los mismos problemas de antaño.

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