Morir en la orilla

El Real Madrid se impuso, ayer, al Borussia Dortmund en el estadio Santiago Bernabéu por dos a cero, resultado que no le valió para pasar a la finalísima de Wembley. Benzema hizo el primero en el minuto 80 y Sergio Ramos aprovechó un pase del francés para instaurar el segundo en el luminoso. No dió tiempo para más y el Borussia espera rival para la final.

Durante toda la semana se invocó al "espíritu Juanito" para rememorar una de las grandes noches europeas de los años ´80, el Bernabéu se vistió de gala para recibir a los de Klopp, pero el milagro de la remontada no llegó a concretarse. No se le puede reprochar nada al equipo de José Mourinho en la noche de ayer, y todo en el partido de la ida. Las palabras de Sergio Ramos aún sobre el cesped tras acabar el choque, serían las que mejor recogerían lo sucedido en esta eliminatoria. " Si hubieramos salido la mitad de enchufados de como hemos salido hoy el resultado hubiera sido bien distinto".

A este nivel competitivo nada más y nada menos que unas semifinales de la máxima competición europea de clubes, tirar un partido, hilando más fino cuarenta y cinco minutos, te supone hacer las maletas y emprender el camino de vuelta a casa. Eso es lo que le ha ocurrido al Real Madrid. El choque se pareció en poco o nada al de Dortmund, el Real Madrid tiró de orgullo, de casta, de pundonor para hacer frente a los alemanes, y estuvo a punto de conseguirlo. Pero la "pelotita" no quiso entrar hasta el final. También es cierto, que los alemanes salvo el primer y último cuarto de hora fueron los dueños del partido. Pero no estoy hablando de fútbol, sino de actitud.

Los protagonistas saltan al campo, de fondo mosaico en Fondo Sur

Tras la eliminación de Champions y con la competición doméstica perdida, al Real Madrid solo le queda ganar la Copa del Rey para maquillar la temporada. José Mourinho, fiel a su estilo, dejó un sinfín de titulares en rueda de prensa. Hablando del Real Madrid en pasado y refiriéndose al equipo "blanco" en tercera persona. Confirmando de alguna manera los rumores sobre su posible marcha del club que preside "su amigo Florentino Pérez". Donde ambos decidirían que es lo mejor para el club y para Mourinho. Sí se confirma su marcha, por mi parte, solo me queda desearle suerte al luso en su nueva andadura, parece claro que volverá a Londres, y darle las gracias por su legado deportivo que ha dejado, y no tanto por su legado extradeportivo.