Cambio radical

Se consumaron los malos presagios y el Real Zaragoza volverá a jugar la próxima temporada en la división de plata del fútbol español. Los jugadores fueron incapaces de brindar una última victoria a su afición ante un Atlético de Madrid que vino a pasar el trámite de la última jornada al feudo "blanquillo". Courtois salvó las pocas acometidas de los hombres que dirige "Manolo" Jiménez, y los rojiblancos perdonaron una y otra vez la vida al equipo de la capital del Ebro, pudiéndose despedir de la Liga BBVA con un resultado mucho más abultado.

La afición maña se concretó a las 19:30 en las puertas de las oficinas del club para pedir la salida del máximo mandatario del Real Zaragoza, una vez más. Una manifestación menos numerosa en comparación con la que se produjo hace un año en la Puerta 0 del estadio de la Romareda. La afición se reunió al grito de "¡Zaragoza sí, Agapito no!".

La afición pidió, una vez más, la salida del máximo accionista

Las protestas contra el máximo accionista continuaron una vez que el balón echó a rodar dentro del estadio, increpando al mandatario zaragocista por su nefasta gestión, y pidiendo su salida del club. Recuperándose la famosa "agapitada" de antaño. El afición alentó a los suyos hasta que la situación se hizo insostenible, y ya comenzaron los gritos contra los jugadores, y contra todo lo que tuviera que ver con la situación que atraviesa el club de la capital del Ebro. Con la finalización del encuentro, la afición se volcó contra la puerta de salida de los jugadores, y contra la puerta 0, por donde tienen acceso los dirigentes del club aragonés, para protestar contra la situacion que atraviesa este histórico de la Primera División Española. La policía cargó contra los aficionados y se sucieron altercados hasta casi dos horas después de la finalización del choque.

Esta afición se merece dejar de sufrir, lo que lleva sufriendo en los últimos años, una afición de primera, un equipo de primera y un escudo de primera es lo que se merece este club, por su gente y por su ciudad. Es la hora de que toda la gente que ha empequeñecido y que ha hecho que este club sea el hazmerreir de España salga de una vez por todas. Un cambio radical y no un cambio de careta como lleva sucediendo año tras año. Jugadores comprometidos que sientan este escudo, y que se dejen la vida por sacarlo adelante, y no una serie de mercenarios cuyo objetivo es engordar su bolsillo, y que no tengan ni un ápice de sentimiento por este escudo y esta ciudad.

Para que esto ocurra las manifestaciones deben ser multitudinarias, ir los más de 20.000 socios de verdad, concentrarse antes de cada partido, y pedir sin reparos la salida de toda esta chusma día sí y día también cuando se gane y cuando se pierda, hasta que esto no ocurra el "león" no volverá a rugir por los campos de España.