Daba comienzo en el Santiago Bernabeu el partido correspondiente a la cuarta jornada de Liga de Campeones del grupo D, Real Madrid y Borussia Dortmund se daban cita en busca de conseguir la primera plaza de dicho grupo, que el Real Madrid perdió en el Signa Iduna Park de Dortmund hace dos semanas en favor de los alemanes. El Real Madrid llegaba al partido tras golear al Real Zaragoza por 4-0, pero con muchas lagunas en su juego. Por otra parte, los de Dortmund venían de empatar a 0 en su propio estadio con el Stuttgart. Pero cuando suena el himno de la Champions eso ya es otra historia y los equipos sacan su mejor versión.
Las primeras ocasiones claras llegaron para los alemanes, mejor plantados durante los primeros compases de partido. Un internada de Schmelzer ganandole la espalda a Ramos propició la primera ocasión germana, estrellando el propio lateral el balón contra la madera. Fue Schmelzer de nuevo quién provó a Iker tras un gran contra conducida por Götze. Corría el minuto 28, cuando Reus hacía justicia a lo visto hasta entonces. Lewandowski le sirve el balón a Reus y el internacional alemán con un duro disparo superó a Iker poniendo el 0-1 en el marcador. Cinco minutos después llegó la respuesta blanca tras cabecear Pepe un centro medido de Özil, el gol despertó a la afición local que quedó enmudecida tras el gol alemán, durante estos minutos parecía que el Borussia jugase como local gracias a las 7.000 gargantas alemanes que alentaban a los suyos. Cuando la primera parte ya agonizaba, llegó el segundo para los de Klopp, un balón aéreo que ganó Lewandowski, le llegó a Götze, quien superó a Casillas por alto tras tocar Arbeloa. Así se llegaba al descanso, un Madrid a merced del Borussia en muchos instantes de la primera mitad y resultado justo.
La segunda mitad arrancaba con dos nuevos jugadores en escena, Modric e Higuaín, renqueante durante la primera mitad, fueron sustituidos por Essien y Callejón, a este último le fue anulado un gol por dudoso fuera de juego cuando no se llevaba disputado ni un minuto desde que el arbitro dara comienzo a la segunda mitad. Callejón fue un soplo de aire fresco para el ataque madridista durante los primeros minutos de la segunda mitad, donde se vio a otro Madrid. Pasaban los minutos y tras el arreón inicial, el equipo de Mourinho no inquietaba en exceso a los alemanes, muy bien plantados en defensa.
Durante el último cuarto de hora de encuentro, el Real Madrid llegó a encerrar al Borussia en su área, más por empuje que por juego, corría el minuto 80 cuando Cristiano, máximo goleador durante este curso de la Liga de Campeones, tuvo la mejor ocasión blanca a excepción del gol, una jugada combinativa que dejó solo al portugués delante de Weidenfeller, pero el cancerbero alemán realizó la parada de la noche sacando un espectacular pie al tiro de Cristiano. Minutos después, fue Grobkreutz quién saco en la línea de gol un disparo de Callejón tras un balón dividido dentro del área.
En el 89´ llegó el empate para los blancos, con un libre directo de Özil, que tras superar la barrera se introdujo en la portería defendida por Weidenfeller, donde pudo hacer algo más el portero alemán en el gol de su compatriota. Con el 2-2 se llegó al final del partido.
La remontada blanca se quedó a medias, y no se revivieron las mágicas noches europeas en Chamartín. Pero el Real Madrid consigue un valioso punto tal y como fue el transcurso del partido, que le permite seguir optando al primer puesto del grupo, ya que una victoria de los alemanes los hubiera colocado virtualmente como campeones del grupo D. Salvo sorpresa mayúscula, Real Madrid y Borussia Dortmund serán los equipos que disputen los octavos de final de la Liga de Campeones, tras el empate por el mismo resultado entre Manchester City y Ajax.
Muy buenas sensaciones ha dejado el campeón alemán en este doble enfrentamiento contra los de Mourinho. Conjunto muy a tener en cuenta en esta edición de la Liga de Campeones. Un cuadro que presume de juventud, pero que rebosa talento por los cuatro costados. Los Götze, Reus, Hummels y compañia darán que hablar en un futuro no muy lejano.
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